Mauricio. Le Morne y el Parque Natural Black River Gorges

Al aterrizar en Mauricio, ya se puede preveer que la cosa no va ser demasiado estresante. Aeropuerto pequeño, pocos vuelos a la vez, parquing pequeño justo delante de la salida.... lo que viene a ser un tamaño XS acorde a una isla de 63 km de largo en el mayor de los casos. Bienvenidos a Mauricio!
Estaremos 17 días en total con la intención de visitar los máximos lugares posibles, huyendo del concepto "boya" que hace la croqueta en la playa día tras día. Para ese cometido, alquilaremos coche diferentes días.

Nada más llegar, la empresa de alquiler de cohces nos espera con uno de los sueños de cualquiera, un cartel con su nombre en la puerta de salidas del aeropuerto, eso sí, escrito a mano y pintado en rojo. Apariencias a parte, está resultando ser una gente encantadora que nos está poniendo fácil todos los alquieleres y los cambios que estamos haciendo. La empresa en cuestión, Maki Rentals Mauritius, 25euros/día con el gps incluído, totalmente recomendable. 

Coche en mano, nos dirijimos hacia el sur para dar la vuelta a la isla por su parte inferior y llegar a destino. Pasaremos 4 días con el campamento base en La Gaulette, en el sureste para desde allí visitar la península de Le Morne y el Parque Natural de Black River Gorges. 

De camino a la Gaulette y con la resaca correspondiente del vuelo (hemos llegado a las 7:00 de la mañana, hora local), se nos hace un poco más difícil acostumbrarnos a conducir....conducen por la izquierda y el voltante está a la derecha!!! Invasiones de carril contrario, dudas de cómo entrar a una rotonda..... cosas por las que hay que pasar al principio pero que luego ya se adquieren sin pensar. Antes de llegar hacemos algunas paradas que nos hacen de apertivo de lo que nos espera. Playas salvages con los árboles hasta la arena en Baie du Cap y la parte más agreste de la isla en la playa de Gris Gris en la que está prohibido el baño. Finalmente llegamos a La Gaulette i Jean Pierre nos acoge en su casa. No dudeis que Air BnB funciona perfectamente en esta isla remota. 


Al día siguiente visita al Parque Natural Black River Gorges. Tener coche es una suerte para poder ir a muchos sitios diferentes del parque. El Parque en sí es sorprendente, más cuando piensas que estás en una isla pequeña, barrancos, cascadas, bosques densos, miradoes.... En la guia Lonely Planet hay un recorrido propuesto para hacer en coche que está muy bien para conocer los sitios más emblemáticos: La cascada Alexandra, el mirador de las gargantas, el mirador de La Gaulette y el lago Ganga Talao o Grand Bassin y la fábrica de té Bois Chery.

Seguramente es lo más destacado de esta guía ya que los amigos de la Lonely no se han lucido demasiado en esta edición ya qye han obviado que a esta isla también se puede venir fuera del circuita de hotelazos y con maletas de 30 kg. 
Mención especial para el lago Ganga Talao y la fábrica de té. El lago es un sitio de peregrinación hinduista dónde una vez al año se hace un gran encuentro. El lago está flanqueado por diversos templos y dos esculturas immensas de dioses hindús. Gente rezando en los templos, haciendo ofrendas, visitando el lago...todo ello con un ambiente realmente profundo y dónde se respira algo diferente a una atracción turística cualquiera, y todo eso en medio de la naturaleza. Puedes pasear alrededor del lago y entrar a os templos que te vas encontrando, la entrada es gratuita y en los templos es necesario descalzarse. Por todo el recinto también vas encontrando diferentes esculturas de dioses del hinduismo. Un tesoro espiritual en medio de la isla de las "honney moon", que visitan pocos viajeros y que vale mucho la pena.

Sobre la fábrica de Bois Chery, decir que es un tesoro arquitectónico en medio del parque dónde las máquinas de la revolución industrial siguen funcionando y dónde la visita y sobretodo la cata del té, es una experiencia muy recomendable. Visita y cata de tés 10,5 euros. 
Fializamos el día con una cena de comida mauriciana 100% en el Frizzy, un pequeño local de una família que cocina de lujo. Cena, 15 euros por persona con el menú, bebida y postre.
Al dia siguiente, visitamos la Península de Le Morne con su imponente montaña que la preside, Le Morne Bravant. Esas playas son lo más parecido a un catálogo de viajes. Cuando piensas en alguna playa con arena blanca y palmeras, Le Morne es una de esas. Es una península repleta de grandes y caros resorts pero que, como en toda la isla, tú puedes estar la playa delante del hotel con toda tranqulidad ya que en Mauricio se entiende que la playa es para todos, independientemente del hotel que haya allí construido. Eso es una opción muy seria por el patrimonio local y que se agredece cuando no duermes en esos hoteles. También como en todas las playas públicas que les llaman, hay una zona de aparcamiento gratuito delante de la playa mismo. En esas zonas públicas, es genial ver como famílias y grupos enormes de amigos, van a pasar el día a la playa equipados hasta las trancas: mesas, sillas, barbacoas, comida, música....y al final del día, la zona queda como una patena. En esas zonas hay lavabos y papeleras por doquier, por tanto, luego queda limplio. Visitamos una zona de Le Morne dónde toca el viento fuerte, en el sur, y contemplamos el espectáculo de los precticantes de kite surf entre ellos, decenas de aprendices. 


La playa de Le Morne nos ha dejado cautivados, un lujo de playa, con sombra si quieres, agua cristalina y tranquila, uno de esos rincones que no olvidar. Para acabar de poner la guinda, un sitio para comer en la misma arena, el Emba Filao, comida local a 10 euros en medio del paraíso de la playa.
Al dia siguiente, recogemos los bártulos y carretera y manta destino a Flic en Flac, a la otra costa dónde nos esperan más playas largas y más tranquilidad. 

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